Los asesinos del crimen de Guadalajara querían "mandar un mensaje"
Sin certezas. Todas las líneas abiertas. Todas las hipótesis están sobre la mesa de los investigadores. Pero sí hay sensaciones. Y la primera es que los autores de la matanza de los cuatro miembros de una familia brasileña en Guadalajara no sólo querían cometer un cuádruple asesinato, sino también "mandar un mensaje".
Porque, como apuntan fuentes de la investigación, todo señala a un crimen cometido por "profesionales", por encargo. Pero sorprende el modo en que se ha cometido la matanza. Ya no sólo que asesinaran al matrimonio brasileño (ambos de 40 años) y a sus dos hijos (una niña de tres años y un bebé de apenas uno); ya no sólo que después de cortarles el cuello, al matrimonio lo descuartizaran; sino que, además, los metieron en bolsas y los dejaron en la vivienda. Entienden las fuentes consultadas por este periódico que los asesinos quisieron que los cuerpos fueran encontrados así, que se supiera lo cruel de su crimen. "Podían haber entrado en la vivienda, haber disparado a los cuatro y haber huido, pero no, cometieron un crimen de los que llaman la atención por su extrema crueldad. Alguien ha entendido este mensaje, seguro", apuntan estas fuentes, que tienen pocas dudas de que esta matanza fue perpetrada, al menos, por dos personas.
Y otro de los elementos que tienen claro los investigadores es que los autores de esta matanza, si se confirma que es por encargo, deben estar ya fuera de España, probablemente desde el mismo día del asesinato.
Como ya adelantó EL MUNDO, las víctimas habían llegado a la localidad de Pioz en julio. Los primeros indicios apuntan que el crimen se perpetró poco después y que las víctimas llevaban troceadas y metidas en bolsas al menos hace un mes, en agosto. Fue el fuerte olor que salía de la vivienda el que alertó a los vecinos, que lo comunicaron a la Guardia Civil. Los agentes accedieron al chalé de Pioz el pasado sábado por la noche. Ahora, se está pendiente de que se practique la autopsia a las cuatro víctimas. La escena que se encontraron los agentes de Policía Judicial de la Guardia Civil de Guadalajara que accedieron a la vivienda "fue dantesca", señalan los investigadores. Ni puerta ni ventanas habían sido forzadas, por lo que se sospecha que los ocupantes de la vivienda abrieron a sus asaltantes y que pudieran conocerles.
Se considera clave para resolver el caso los indicios que hayan podido recoger en la escena del crimen los agentes de la Policía Científica. Además, los investigadores están revisando otros casos en sus archivos que puedan tener alguna similitud con lo ocurrido en Guadalajara. Uno de los datos que ya está sobre la mesa de los agentes es la falta de antecedentes penales o policiales en España del matrimonio brasileño asesinado. Ahora, los investigadores están rastreando en bases de datos internacionales por si figuran datos sobre ellos que permitan avalar la sospecha de que se trate de un ajuste de cuentas.
El Ayuntamiento de Pioz decretó ayer dos días de luto en señal de duelo por el asesinato múltiple. Hoy se guardará un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas.
La teniente de alcalde, Sandra Marín, precisó a Efe que se han decretado dos días de luto en los que las banderas ondearán a media asta en la Casa Consistorial.
El mismo domingo, tras conocerse los hechos, Marín indicó que este suceso "era un golpe duro para Pioz", en la misma línea que el alcalde, Ricardo García, quien se mostró «muy sorprendido y apenado» de que un suceso «tan tremendo» azotase a este municipio de casi 3.500 vecinos, situado a unos 60 kilómetros de Madrid.
El Juzgado de Instrucción número 1 de Guadalajara, que estaba el domingo de guardia, es el encargado de las diligencias previas y decretó ayer mismo por la mañana el secreto de sumario. Las pesquisas están en manos de los agentes de la Guardia Civil de Guadalajara. No es descartable que según avancen las pesquisas, recurran a los especialistas de la Policía Judicial de los servicios centrales.
